martes, 28 de abril de 2009


“ Casas como ésta tienen magia. Las habitaciones se llenan de plumas por las guerras de almohadas. Batidos de chocolate por las mesas. Los dibujos en la tele desde por la mañana. No importa la hora del día, siempre hay toallas secandose. Por las tardes sólo los niños se atreven a estar en el patio y disfrutar de la piscina. Entonces se llena de gritos, carreras, pistolas de agua y algún que otro resbalón. Por las noches es escenario de cenas, barbacoas, muchas historias y recuerdos. Padres, primos, abuela, sobrinos y tíos. Botellas de legendario y carcajadas. Psss, que es la hora de la siesta. No despertemos a los pequeños. El patio se llena de colchones para disfrutar del fresquito nocturno y las estrellas. Las películas por las tardes. Los albumes de fotos y las anécdotas que esconden. Las “tostás” con aceite, tomate y jamón. Las riñas, los coscorrones y las marcas de guerra. Cosquillas, vecinas que entran a remover el puchero y charlas desde el balcón. Uy, cómo pega el Rebujito! Pensé que las llaves no “funcionaban”, pero después me dí cuenta de que estaba intentando abrir la puerta de la vecina. Visitas a la capital, siempre bohemia. Un baúl lleno de juguetes. Naranjos, un buen libro y el sol primaveral. El olor a café por las mañanas y las tortillas de la abuela…”






“El lugar que amamos, ése es nuestro hogar; un hogar que nuestros pies pueden abandonar, pero no nuestros corazones.” de Oliver Wendell Holmes.

2 comentarios:

Tesse dijo...

Ya te lo dije cuando lo leí, hace ya algún tiempo: me encanta ^^

Artemis dijo...

Gracias Tess =)

Besitossss