sábado, 17 de noviembre de 2007

"Eres adoptad@"

Todo aquél que tenga hermanos sabrá a que me refiero.
Esta frase puede haber salido de boca de algunos, y, otros, la habrán sufrido en sus propias carnes. Bueno, seguro que mi querida Pepito Grillo no: ella es demasiado buena.
La verdad es que si se piensa bien, la frase puede parecer hasta cruel, pero es un ritual fraternal que tienen que pasar tanto el hermano mayor que lo dice, como el pequeño al oirlo.
En mi caso, al ser la mayor, me ha tocado decirla; y tenía hasta un repertorio y todo: eres adoptado, te recogimos de un contenedor, te compramos a los gitanos...y Dios sabrá cuantas más serían....
Volviendo a lo de antes: decir esto a los hermanos pequeños es mítico, y se debe decir cuando el niño todavía es pequeño, porque es cuando se coge el berrinche, y tú te partes el culo. Pero claro, esas risas que te echas, se tornan rápido en llanto, porque tu hermano, que es un chivato, se lo va a decir a tu madre, que viene, te da una colleja y te dice que por qué le dices esas cosas al niño. Entonces empieza la tradicional rivalidad entre hermanos: tú te quedas ahí, llorando, mientras tu hermano pequeño es consolado por tu madre, y te mira además con cara de "ahora te chinchas".
Aaayyy...los hermanos...lo que nos hacen sufrir...pero, qué sería de la vida sin ellos? pues la verdad, no tendríamos infancia...
Pues eso, que los hermanos molestan, te sacan de quicio etc. , pero también son buenos cómplices de travesuras y compañeros de castigo, y...bueno, qué os voy a decir yo, que vosotros no sepáis ya?
Así que hago un llamamiento a todos los hermanos pequeños del mundo: aunque no lo parezca, en el fondo (a veces muy en el fondo), en realidad os queremos.

2 comentarios:

Niah dijo...

la verdad esq a vecs incluso yo m arrepiento d cosas q digo... esq tb tngo my corazoncito....
weno es ierto q avecs ay q rebuskar mu en el fondo xa decirles q les apreciamos y todo eso...
xo ma llegado a mis adentros lo q cuentas, asiq mu weno Comtesse, sigue escribiendo.

;) bssssss

Zanahoria dijo...

Pero qué haríamos sin esos pequeños delincuentes... sin esas rabietas, esas peleas, esos guiños cómplices, esas patadas por debajo de la mesa, esas burlas cuando mamá o papá no miran... esas risas, esos juegos, esos castigos, esos secretos que sólo un hermano entiende...

... podría seguir, pero si hay alguien que realmente entienda esto es precisamente un hermano, y a buen entendedor...