Historias para no Dormir: El Pato Deborahombres

(Recomendación: Leer con voz del Tomate)

(Ruido de maquina de escribir)

16.11.07: Los PFA reciben un aviso de que un pato misterioso putula por la facultad de Ciencias...

23.11.07: Investidos como cazadores de mitos, nuestros amigos se dirigen al lugar de los hechos...

27.10.08: ¡EL HALLAZGO!

Como un día cualquiera, los PFA salían de clase para dirigirse a sus respectivas moradas. La Comtesse y Niah avanzaban calle arriba, la calle que hacía frontera con Ciencias. Iban tranquilamente hablando de temas normales, típicas paranoias que cualquiera puede tener, como qué es mejor, si llevarse un ladrillo rojo pequeño o uno grandote, grandote gris de las obras. Bueno, pues todo esto estaba pasando cuando...(musiquilla de tensión y misterio):

- Qué es eso? - señala la Comtesse sorprendida hacia la verja.

- Eso? lleva ahí unos días- responde Niah.

- Pero, qué hace ahí? - dice la Comtesse.

(Música dramática mientras Niah y la Comtesse intercambian miradas de pánico)

- Tal vez sea obra del Pato, de quién si no?- dice NIah.

- Si..tienes razón, debemos informar al resto, para que se anden con cuidado...quizá nos esté avisando de que no entremos en sus dominios...- responde la Comtesse.

Las dos jóvenes avanzan con sigilo por las hojas que cubren el renovado asfalto. El silencio sólo se ve roto por el click de la foto y los silbidos insinuantes del loro de uno de los edificios cercanos.

Nuestras intrépidas amigas se quedan observando la escena del crimen, y de repente, mediante un flashback venido con el frío viento otoño-invernal, conocen los hechos que realmente ocurrieron...

La tarde estaba ya avanzada en la zona de Ciencias. Todavía andaban desperdigados algunos novatos rezagados de la fiesta que festejaba su nuevo ingreso. Un grupo de temerosos mozalbetes, con narices coloradas, y no por el frío, decidió hacer gala de su hombruna y se fueron a refrescar el gaznate por última vez ese día a los terroríficos terrenos de ciencias. Pero no sabían lo que allí les esperaba...

El fin del día ya llegaba. Las botellas estaban vacías y los cuerpos llenos. Uno de ellos, estando ya a reventar, se dirigió entre risas y eses hacia unos matojos. Desembucha...apunta..dispara y..oye un gruñido siniestro. De repente, unos ojos rojos aparecen de la nada en medio de la oscuridad. El tiempo se paraliza para nuestro joven, y entonces se acuerda de dos cosas: 1- de la historia que unos veteranos les habían contado sobre un pato misterioso. 2- del letrero que reza: el pato se mira pero no se toca.

Dando pasos lentos y con el pánico reflejado en su rostro, el muchacho se aleja de esos ojos siniestros,que a su vez se le van acercando.

(Las escenas siguientes van acompañadas de la música de Tiburón)

La leyenda no era falsa, sino tan real como la vida misma.Acababa de despertar la furia de un Anatinae(pato, en latín), que se acercaba cuchillo en mano, en ala más bien, sonriendo con maldad. No había escapatoria. No podía gritar, tenía la garganta ronca, tampoco podía correr, pues había bebido y estaba un poco mareado.

Entonces vio su única posibilidad de escapar. Se acercó a la verja, pues sabía que los patos no podían escalar(de algo le habían servido las clases de Biología), así que escaló para escapar. El pato lo miraba sonriente desde el suelo.

- Maldito pato, de qué se reirá?- dijo el joven una vez arriba.

- De tí- dijo el pato, y sin más, le lanzó el pato-cuchillo(ataque pato-knife)

El chico exaló su último aliento en la verja, donde quedó enganchado. Nadie podía salvarlo ya, todo había acabado para él. Pero todavía no era el final. El pato, haciendo acopio de toda su fuerza, descolgó el cadáver y lo llevó a rastras a su morada, de donde no volvió a salir.

El viento se llevó el flashback, pero no la sudadera, que sigue como señuelo de que el pato se mira, pero no se toca, y que quien viole eso, sufrirá graves consecuencias...

(Todo esto es ficticio, cualquier parecido con la realidad es pura casualidad. La autoras de este relato, la Comtesse y Niah, no se hacen responsables de las consecuencias de su lectura)